David Sánchez en Marruecos x Vans. Clip y fotos

Dogway Skate Magazine 140 lleva ya unos días pululando por las plazas y skateparks y, como venimos haciendo dese hace algunos números, vamos a ir soltando en Dogwamedia.com parte de su contenido. En esta ocasión te ofrecemos el reportaje sobre el paso del skater madrileño David Sánchez por Marruecos de la mano de Vans y, ya que estamos, acompañamos las fotos y texto de Armando Santos con un vídeo del viaje firmado por Edu García «Mac».  

Frontside nosebone.

No hay mejor forma de viajar al pasado que poner rumbo al Sur… cuanto más abajo, mejor. Y con más seguridad si llegas hasta África: La Tierra Madre. En el aspecto emocional, el patín marroquí se encuentra mas o menos en nuestros finales de los ochenta. Aquello es una mezcla inusual, ya que las nuevas tecnologías han llegado a todos los rincones del Globo, pero ver a niños patinando descalzos, sin ningún tipo premeditación en sus atuendos o en la elección de sus movimientos, te hace recordar que una vez nosotros también tuvimos ese brillo especial en los ojos. El brillo de la ilusión del que lo tiene todo aún por descubrir y el del amor a primera vista con ese objeto que nos obsesiona.

El patín marroquí se encuentra mas o menos en nuestros finales de los ochenta.

El buen tiempo y un tren de vida muy barato son dos poderosas razones para moverse hacia un nuevo destino… o al menos es lo que David Sánchez pensó en un primer momento. Por mucho que te cuenten, la mejor manera de conocer un lugar es visitarlo, pero hay que hacerlo como lo hace él: sin prisas, convirtiéndose en uno más y viviendo las cosas de forma natural… como vienen. Su carisma y su manera de disfrutar la vida hacen el resto y convierten la experiencia en algo óptimo y completo. En esta vida hay que dar a las cosas el valor que tienen ¿Cuánto valdrá disfrutar de un pescado fresco a la brasa en Anchor Point y después darse una buena sesión al atardecer en Taghazout?

Nos habían hablado de un spot con transiciones en un tejado al que solo se podía ir a las 13:30h, ya que es cuando todo el mundo va a rezar. Las horas en las que se reza vienen anunciadas por una sirena que suena en todos los sitios, así que nos aproximamos al lugar un poco antes para estar preparados. En Agadir, un grupo de personas con patines y cámaras no pasa nada desapercibido, así que algunos lugareños se percataron de que estábamos planeando algo. Decidimos hablar con la gente que estaba dentro del recinto e intentar convencerles de que nos dejasen patinar, pero fue un craso error. Se negaron en banda y la situación no nos dejó otra que utilizar la picaresca. Nos fuimos para despistarles y volvimos más tarde. Vimos que se podía acceder por unas obras contiguas y así lo hicimos. Mientras unos locales nos echaban una mano despistándoles y hablando con ellos, David y Elliott Auffray (un amigo Francés) consiguieron colarse y se subieron a las transiciones. Sabíamos que tendríamos pocos intentos, pero a eso había que sumarle que la superficie estaba recubierta de tela asfáltica y no sabíamos qué tal rodaría. Edu García (Mac) y servidor intentamos obtener un ángulo óptimo desde dentro de las obras.

Nos habían hablado de un spot con transiciones en un tejado al que solo se podía ir a las 13:30h, ya que es cuando todo el mundo va a rezar.

Los trabajadores nos miraban, pero no parecía importarles en un primer momento. David, en tres intentos, se hizo un par de “ollies in” mientras Edu y yo capturamos todo aquello con la presión de no poder fallar en nuestra tarea. De repente un responsable del lugar se puso a gritar como un loco y corrió enfurecido hacia ellos. Se le notaba muy exaltado y ofendido tras habernos denegado el acceso en varias ocasiones, así que David y Elliot salieron corriendo y se libraron por los pelos. Los trabajadores de la obra, alarmados por los gritos, comenzaron a tirarles piedras (práctica muy habitual allí) de considerable tamaño desde los pisos superiores, pero, por suerte, ningún proyectil alcanzó su objetivo y consiguieron salir ilesos.

Un gran pedrusco impactó en una valla a un par de metros de mi originando un gran estruendo.

Yo me había quedado en una entreplanta de las obras y pensé para mis adentros que no corría peligro, ya que yo no era el infractor en sí. Sin embargo, cuando me dispuse a abandonar el lugar, un gran pedrusco impactó en una valla a un par de metros de mi originando un gran estruendo. Aquello activó instintivamente mis piernas y salí corriendo de allí como había hecho el resto. Cuando nos vimos a salvo, aun con el corazón latiendo considerablemente rápido, pudimos ver las fotos y el vídeo y comprobamos que la misión había sido un éxito. Teníamos una batallita más para contar, así que era hora de celebrarlo como se merecía.

Ollie into the bank.

Algunos de los productos típicos de Marruecos son el aceite de Argán (árbol típico cuyas bayas dan un aceite muy utilizado en cocina y cosméticos) y las especias (azafrán, comino, pimienta…). A David le llaman mucho la atención la cocina y las diferentes gastronomías de los lugares que visita, así que allí no iba ser diferente. Se compró un Tajín, que es con lo que se cocina tradicionalmente allí. Es un plato hecho de barro cocido y barnizado con una característica tapa cónica. Este cierre mantiene el calor y el vapor durante y después de la cocción, evitando que los alimentos se resequen mientras se cocinan. Es un proceso que lleva tiempo… a fuego lento… que encarna el reflejo de tiempos pasados y contrasta frontalmente con la locura que vivimos en nuestros días. Lo mejor de sumergirse en otras culturas es que te recuerdan que hay diferentes formas de ver las cosas y que, en ocasiones, es bueno tomarte tu tiempo, esforzarte y no elegir siempre el camino más corto… exactamente como en el skateboarding.

Foto y Texto: Armando Santos

Vídeo: Eduardo García