Desde que empecé a patinar guardo TODAS las zapatillas que he gastado en bolsas de plástico dentro de un hueco de un pozo elevado en la casa familiar. Cada una de ellas es recuerdo de una época y bueno, podéis llamarme Diógenes pero ya que tengo espacio y empecé en su día me gusta continuar con ello aunque ahora no gaste.
También en los últimos años cogí la costumbre de fotografiar el par el día de su jubilación antes de mandarlas al pozo así que por aquí os dejo algunas de los últimos años para el que le pueda picar la curiosidad. No son todas evidentemente pero quizás os traigan recuerdos también algún modelo o simplemente os pique la curiosidad.
Solía coger de tela por ser vegano a excepción de que si eran de segunda mano lo primero era no comprar y reciclar. Podéis ver las zonas de desgaste habituales siempre y más o menos el punto donde decidía retirarlas.
Si alguien muestra un mínimo de interés amenazo con subir la segunda parte con más fotos! 😉