Antes de finalizar el año nos acercamos por la skateplaza de Logroño, allí patinamos en compañía de Dani, su diseñador , y demás locales. La verdad es que cuando llegué no sabía ni por donde empezar y se me pasó el día volando, hasta que no quedaba ya fuerza en las piernas, ¡que gustazo!. La plaza está llena de detalles y buenos materiales, la única pega es que pegaba el viento y si atacabas hacia arriba algún módulo (la plaza está en leve bajada) tenías que patear fuerte. Os dejo unas fotos de algunos trucos que se vieron por allí ese día: